jueves, 22 de octubre de 2015

Qué hay de nuevo

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Silencio de grillos y gallos a destiempo
La niebla intenta cubrir las desventuras
Lleva su duelo adentro

No dicen todo lo que saben
Ni mucho menos
Aguardan que los días digan sus palabras
Que la sangre circule sin hervores

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El combatiente regresó a la batalla perdida con la intención  secreta de borrarse en ella. Dejó a su espalda los colores ocres y los verdes remotísimos. Caminó hacia el desamparo y la desmemoria con la certidumbre de transitar los pasos últimos. Tomó del manantial el sorbo reservado a su naturaleza simple. El cansancio lo hizo vulnerable. Los convecinos extrañaron su antigua lucidez y se sorprendieron de sus decisiones íntimas. La bella de sandalias leves aherrojó su sentir en un inesperado giro de los sucesos. Se hundió en un abismo de fuego y azufre, dando cumplido destino al requerido misterio.

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Se queda tibio, frío
En mis labios
Como muerto

He olvidado el café
Auscultando palabras

Se detiene el mundo
No gira por hoy

Sin giro, cae
Nuevas órbitas lo atrapan

-

Qué espera de la vida
Un hombre que llega y canta
Y se sienta en la puerta de su casa
A evocar las memorias de la lucha
Palabras agudas del Comandante
Caminos abiertos a la verdad

Qué espera de la vida
Esta mujer que cuenta
Su marcha por carretera vieja
Espontáneo movimiento popular
De abril de dosmil dos
Y su lucha contra el cáncer
diez años después
en su propia carne

Qué esperan de la vida
Un caballero de sombrero
Que descubrió la historia
Como madre y hermana
Y la joven que plasmó su poema
En la pared de la comuna

Qué espera aquel mecánico
Que saluda con el codo
Las manos grasientas como lleva
Y sonríe al dar con el diagnóstico
De la carburación que falla
En el viejo vehículo

No esperan un amanecer súbito
Inacabable resplandor de lo indecible
Ni el estallido de un sol sin nubes
Calcinados los rostros

No esperan un paraíso de peluches

Es tan solo un poco de paz
Para sus almas
Un mínimo mendrugo
Y un abrazo sostenido
En el afecto verdadero


viernes, 9 de octubre de 2015

Campesino que toma café



Soy un campesino de alpargata
que toma café
se sienta en su silla
y rumia la vida

A pecho desnudo
            espanta el abejorro

--

Un zamuro nos visita

A este zamuro
            Eric le cortó sus alas
Ronda la casa
de la placa       al techo del vecino
Salta sobre las láminas de zinc
y    a pasitos   cortos
se retira en huida

Si alguno se le acerca
           
            un pequeño brinco
                                   y está en la terraza
                                   de la casa contigua

Recorre los insectos de sus alas
divisa en calma la tarde

Deivis me dice
            que es un zamuro loco / sin remedio

-          Esta gente se pasa
Son los de las farmacias
Y los vendedores de autorrepuestos
Y los dueños de supermercados
Y los vendedores de útiles escolares
Y los de los uniformes
No queda un comerciante sano

(Un graznido avaro
recorre el país desposeyéndolo)

Pobres zamuros locos

Hasta un niño los desprecia

domingo, 4 de octubre de 2015

Contemplación

Mirar

Cayena
Rojo y amarillo naturales
Sobre le verde
Bajo el azul
Ojo deslumbrado

Fascinación
La quebrada a su paso
arrebatada

Atardecer
Estrato iluminado
¡qué despedida!

Por la quebrada
bajan los campesinos
para la siembra

Un pajarito
va diciendo en su vuelo
una plegaria

El ave rapaz
sobre la torre eléctrica
no tiene nido

Flores de árnica
girasoles criollos
para la vida

Lechoza en dulce
Cariño acostumbrado
que ofrece el pueblo

El frío deja
el alma recogida
sin más remedio

Un ejercicio
de teatros y máscaras
La carcajada

El apamate
lo cortaron sin duelo
Vaga el lamento

Lluvia que cae
sobre el techo de zinc
suena la vida


Realidad

El aire fresco
libera del discurso
¡ese abanico!

Pocas palabras
Tan sólo las precisas
Para cantar

¡Busca un maestro!
Con tanto palabreo
cola en el cielo

Si amaneciste
recoge solamente
lo necesario

Unas cervezas
y la palabra amiga
ya no se olvidan

Si fue cocuy
la memoria es más larga
raíz antigua

Date la paz
y con el buen vivir
harás la senda

¿Para qué quieres
atiborrar tus sueños
de pesadillas?

Abre los ojos
El mundo está enfermo
Sé compasiv@

¿Buscas verdad?
El pato en la laguna
con compañía

Ha dicho el Pepe
El consumo consume
tu propia vida

Un pie tras otro
por camino empedrado
Así es la vida

Si haces la guerra
reconcentra tus fuerzas
para el final


Amar (y otras verdades)

No sabe el pájaro
cantor de la mañana
que hoy es domingo

Ya no me deja
Merodea sin alma
la soledad

De manos juntas
sin la fragua del tiempo
más soledad

Seres de niebla
Todos los más queridos
se desvanecen

Afán no falta
Pero sin red ni nudo
no es el camino

Aquí y ahora
sueño con el futuro
con la utopía

Familia antigua
De amores y silencios
fuerza y verdad

Familia urbana
Vagabunda en el facebook
desolación


Sé bienvenida
la arepa en el budare
lo está diciendo

Tus manos traen
caricias, versos, rosas
Y están las mías

Brillo en el lago
es la luz en tu cuerpo
onda que tiembla

Canto a mí mismo -dices



Oh Walt
Tan solo dispones de un minuto para escucharme
Qué lástima
Eres buen hablador
Y yo con gusto te he escuchado

También soy de los que necesitan
Un tiempo mayor que el que concedes
Me lo tomo
Soy de los que creen en la palabra
Para decir y desdecir
Para cantar y construir maravillosos himnos
Para llorar y proclamar las muertes con todas sus aristas

Tú cantas y te cantas
Bienamado Walt
Y cantas al mundo
Con sus nimiedades y grandezas
Y a los seres vivos
Cualesquiera sean ellos
Los ves en su conjunto y majestuosidad
Y te admiras en el detalle de su fuerza natural
De su pasión y desmedimiento

Cantas la carne en su frescura
La piel joven sumergida
La piel arrebatada en el encuentro festivo
Tan humano
Los músculos expuestos
Los cabellos al viento
Las mejillas rozagantes
Los senos firmes
El arado-sexo que rompe con fuerza
El terreno germinal

Disfrutas lo campestre
La cosecha habida
Sobre la que el descanso es puro
Con la caza del día
La noche en torno al fuego
Queda iluminada en paz

Walt, Walt
¿no ves más?
Mira a los hermanos poetas
(Al menos repara en ellos)
A este sufriente peruano
Que tiene en vilo el alma
A este Vallejo hombre y hermano
Que mira al que anda con un pan bajo el brazo
Llora al caído en guerra
Y muere en París con aguacero

A este Miguel
Con hijo muerto y pueblo derrotado
Que pasó de bravo toro a oveja degollada

¿Qué? ¿No dices nada?
También te doy palabra
Los pueblos del sur no existen en tus cantos de vida
Vencedor de toda guerra
Hijo altivo de modernos
Festivo cantador de las victorias
(y aún de las derrotas
-sufridas en carne ajena-)

La economía de tu norte
Crece y crece con la industria en expansión
A costa del sur saqueado
Con la materia prima
A precio de regalo

Tu mundo crece fuerte
Con un himno entre los labios
El mundo Otro
Lleva la amargura entre los dientes

Tu melodía es razonable
Ante la prédica oscurantista
De pecado y de muerte
Ante las retóricas puritanas de ascetismo
Un Nietchze americano nos era necesario
Zaratrusta despierta la alegría y el pléroma vital
El hombre nuevo con sabor a mundo inaugurado

No más vergüenzas y pudores vanos
No más tapadas de ojos
Represiones de afectos
Y lánguidas miradas

Como Neruda
Tienes derecho a tu día feliz

Bien, Walt
Te aplaudo en tu verdad
En tu noble corazón
En tu rebelde frente
Que resiste las loas
Tanto como reconsidera las ofensas

Apuntas la libertad
Como mayor deseo
De los dioses pasados
Dejas las nobles causas
Para tu nuevo dios
Legítimo heredero

¿No sabes, Walt,
Que sobre este dios moderno
Del ilustrado norte
Crecerán nuevos mitos
Y cultos y liturgias
Y sacerdotes de exterminio?

Te excuso: no lo sabes

Te lo cuento con calma
Con tiempo suficiente
Para que sientas en tu piel tan prójima
El devenir de los siglos

¿Quién iba a decirlo?
Los hippies leyeron tus poemas
Y mordieron los tréboles
De tus inmortales hojas
Rodando sobre laderas campestres

Mis hermanos
Leyeron tus versos
Como lección de vida
Y despertar del miedo
Buscaron tu frescura libertaria
¡Bien por ello!

Las armadas imperiales
También leyeron tus versos fervorosos
Tus palabras de orgullo
Para el control del mundo

El “orgullo americano”
El “crecimiento americano”
El “dios americano del mercado”
¿Has pujado también por ellos
Y los has comprado en buen remate?
¿Te has convertido en el mercader de lo humano?
¿Has tomado lo pobre, lo pequeño
la vida natural en lo que tiene de expansiva,
tasada a peso?
¿pretendes comprar barato
para vender más tarde
a precio exorbitante
el ser desarrollado?

Desprecias al resto
¡Das tan poco por ello!
¡Cuánto mundo se te queda
Bajo tu juicio anonadante
En el frágil olvido!
Corres, saltas,  vuelas
Resultas el primero en la carrera
Más que corcel alado
Más lejos llegas
¿Qué hay de los olvidados?
¿No cuentan, Walt?

Una torta de harina
Con espárragos y queso
Es un disfrute simple
Para el hombre de Quebec
Otro humano se deleita
En los gusanos de moriche
Los paladares se disponen
A placeres tan diversos
Como la vida

También el hambre puede a más de uno
Y el paladar se queda seco
Y los senos sin leche
Y los niños en hueso
Así de enflaquecidos

¿Qué cánticos nos quedan
amigo Walt
en tal humanidad?

La Tierra herida
Y los que crecen no miran a los lados
Siguen su marcha firme
Contigo en la avanzada
Sin reparar los daños

Sólo nos cuentas
Las batallas del abuelo
Con su memoria de victoria
Y los ojos resplandecientes del capitán
Alumbrando la lucha
Hasta el final

Olvidaste decir
De las fosas comunes
De memorias borradas
De torturas sin épica
De vergüenzas de ser hombre
Cabezas aplastadas por rocas
Persecuciones de hermanos con perros
Acribillados a bala

¿Dime Walt
Cómo seguir cantando?

Teilhard de Chardin
Intuía a Dios en todo esto:
El Cristo cósmico total
Hizo teología de tus poemas
Para una religión de paz
Y buen vivir
En la hermosura de lo creado
Subsumiendo negatividades
Incluso
Así creía
Que el progreso alcanzaría
Un final de plenitud rebosante

Pero no llega…

(creo que seguirá)


La gente que somos


Aquella nube gris
amanece constante sobre el risco
amenaza con soltarnos sus quejas
de planeta adolorido

La madre es cuenco
en desazón de amor
o al cubrir desvergüenzas

Vino del llano
con su amor completo
por la tierra y la siembra
Su casa se llenó
de verdes variadísimos
con sus motas alegres
de vivos colores
Un pequeño vivero
belleza de puerta en puerta
estiraba las rentas
Sólo el verano
amenazó el futuro

Pequeña flor alegre
Se llevó sus coloretes
Dejó la casa viva
con los pericos y el mono
y los adornos que la plenan
Junto al Comandante
se abrió paso infinito

Un emplasto de árnica
sanó al catire en pocos días
Su flor amarilla
ilumina el cerro

Las comadres se ilustran
sobre el uso capsular
de la mata de sábila
Crecen retoños en profusión

Tuvo su niño “sin control”
A la aventura va
al hospital que la recibe
La vida se impone
con una fuerza sorprendente

Las niñas cuentan la muerte
como un mal dormir
Abren los ojos y se va el recuerdo
Muerte es la palabra que queda
para nombrar lo visto

Parecía que estábamos en guerra
Pa pa pá - Ra ta - ta ta tá
Los llevan detenidos
Este abraza su sueño
En huida hacia adentro

Un
Dos
Tres
Mamones dulcitos para mi sed de niño
Con la inquietud que llevo y los amigos
Subiremos al árbol
No he visto el perro bravo
Que cuida la cosecha / el fruto del vecino
Un
Dos
Tres
Salto de bajada y el perro me ronca
Y corro y me lanzo huyendo de sus dientes
Ay
Ay
Ay
Me quedo detenido
Con el dolor intenso del hueso fracturado
Y el perro milagrosamente encima
Acurrucado y también él sorprendido
Por mi intenso dolor


Rimas de muerte y vida

Aylan

Como niño adormecido
Inerte sobre la playa
Tu cuerpecito de arena
Ya no navega más aguas
La luna te mira triste
En esta tu noche trágica
Cuando la mar te devuelve
Con su música de lata
Cuánto dolor se recoge
En tus palmas volteadas
Hacia un cielo que desoye
La súplica tan humana
Alas de ángel te ha pintado
Un amigo de esta patria
En la que se sueña con
otra posible Esperanza
Y en una cama de sueños
Con un móvil adornada
Otro artista te ha acunado:
Plasma tu noche añorada
La patria siria revienta
La sangre la tierra empapa
Y en desespero los pobres
Buscan la paz que no alcanzan
Europa no se conmueve
Sólo el negocio y las armas
Determinan decisiones
Que entre pasillos se pactan
Acuden a las mentiras
Para seguir con sus trampas
Explotando los recursos
Y piensan: caiga quien caiga
Aylan grita en su silencio
-con sus tres añitos basta-
¿será posible otra Tierra
y alguna gente con alma?


Monseñor Romero

CON SU PALABRA ATREVIDA
DEJÓ AL PODER EN LA NADA.
SANGRE Y SANGRE DERRAMADA
SERÁ PATRIA FLORECIDA

Ser en la vida Romero
con el pueblo en romería
con firmeza y valentía
sin desviar el sendero
¡y yo me quito el sombrero!
Que su memoria es de vida
y no ha sido desoída
Que el obrero y campesino
van desgranando el camino
con su palabra atrevida.

A Romero lo hacen santo
y hay dos modos de decirlo:
con rebozos bendecirlo,
o bien, el pueblo entre llanto
-lo dice el alma en quebranto-.
Su muerte planificada
no será muerte borrada
sin memoria y sin causal,
que su verbo sin igual
dejó al poder en la nada.

El pueblo oía en dolor
en diáfanas homilías
verdaderas profecías,
denunciando sin temblor
el sufrir de El Salvador.
Atento a lo que pasaba,
presto a su pueblo contaba:
masacres de poblaciones,
torturados en prisiones,
sangre y sangre derramada.

Es la hora de verdades,
no de esconder cada día,
con prensa e hipocresía,
con bombas y falsedades,
los expolios  y maldades.
A la conciencia dormida
dicen las comunidades:
rasga tus comodidades,
que esta lucha por la vida
será patria florecida.

En memoria de Ana María

Petare tiene su isla
que tomó por compañera,
y es que, allí donde hubo fuego,
rescoldo y cenizas quedan.
Por esos años setenta,
llegaban las misioneras,
con Vaticano segundo
y teologías nuevas,
y en América Latina,
con Medellín y con Puebla.
Bien abiertos esos ojos
al sufrir y a la pobreza,
subieron a nuestros cerros
las jóvenes misioneras.
No quieren vivir abajo,
ni en la sede de la escuela,
que con el pueblo a su lado
prefiere andarse la isleña.
Con los estudios que trae,
pronto ejerce de maestra,
y con jóvenes y niños,
desmaleza los problemas.
Comida y salud primero.
Hay que buscarles la vuelta.
Que estando todos unidos
nacerán cosas muy buenas.

Más tarde, como Jesús,
les ofrece la Palabra,
Palabra leída en pueblo,
abierta a todas las casas,
desde la realidad vivida,
proclamada en esperanza.
Y así Petare es amor
como amor se ha vuelto Ana.
Y es un amor que no cesa,
por más que los días pasan.
Amor que sale viajero
a otros lugares del mapa,
a Maracaibo y San Félix,
hacia Los Teques y Lara.
Con encuentros y talleres
y la canción necesaria.
La Biblia de las mujeres,
la lleva en cuerpo y en alma.
Y una pizca de alegría
pone sazón  a su salsa.
Un enamorado tuvo,
dicen lenguas bien habladas,
pero ella no le dio cacho
a su Petare que amaba.
Cuarenta años han pasado.
Su madre enferma y anciana
requiere de su presencia:
un alivio, una palabra.
Y Ana decide, en dolor,
acudir a acompañarla.
Allí estudia teología,
aunque su tesis rechazan
por ser laica y muy mujer
para curas con sotana.

Mientras tanto, siempre vuelve
a su Petare querido.
Que el amor que allí dejó
no se ha quedado dormido.
Va por las comunidades
con su buqué florecido,
y es la hora en que lo suelta
¿y quién lo habrá recogido?
Se ha quedado allá en su isla.
Decirlo, no lo ha podido.
Enferma y en su silencio,
sin Petare, ha fallecido.
Son cenizas las que quedan
de ese cuerpo consumido.
Pero bajo esas cenizas,
y del rescoldo escondido
del amor a su Petare
¡nuevo fuego se ha encendido!