domingo, 19 de junio de 2016

Geografías originarias



Un campanario en Mendavia
El campanario es un Quijote
sin adarga ni lanza
con tan sólo un yelmo aporreado
tin tan tin tan
la torre se eleva sólida
opaca en todo caso
no son tiempos de torres y castillos
ni alcázares ni almenas

el dedo de este niño
señala las nubes que la tapan
la cigüeñas que anidan
el sol que reverbera

ha pasado el cura campesino
aldeano de escopeta furtiva
y corquete esparraguero
han pasado los ángelus
a toque de 12 en punto
impresionismo impresionado

Bebedero
Bebedero de ocasos
de atardeceres bullangueros
Antiguo bebedero
de carruajes y bestias
y niños a la grupa de mulos y borricos
que del quehacer se acercan
a abrevar cansancios

Largo bebedero
de agua escasa en casa
y labrador antiguo
de rondín y azada
con alforja al hombro
y su talego
y su frasquito de aceite
y la pizca de sal que no le falte

Bebedero testigo
de entradas y salidas
vigilante aldeano
del cruce de caminos
Bebedero testigo
de noches y sigilos
de joteros de paso
y amores escondidos

Bebedero presente
memoria de agua y viento

En el corazón del pueblo
extiendes las raíces

Confluencias
El paso del Puente Grande era una travesía temeraria.
Bufanda, guantes y pasamontañas cubrían manos y rostro
en los días helados, sin cuartel.
El vaho era un aviso, preparativo de la carrera sin pausa.


Olor a Cárcaba
Una conjunción de plantas y humedades
Confluencia de suelos y caudales
Llegas de muy lejos -de tu infancia-
Y vuelves a este olor perenne
Te pasa
que no lo encuentras fuera
En ningún otro lugar lo reconoces
Ningún aroma se le parece
Algo tiene de envolvente
de placenta nutricia
Te aproximas al agua
Sientes cada planta ribereña
Alguna intensa –hasta desagradable-
Su conjunto es otra cosa:
En su debida proporción
-a la distancia del caminante
cada una aporta
el justo matiz
para la pócima secreta

Hendijas: memoria y voces
Voz que arrea
Voz que canta en la taberna
Voz que grita libertades

Apagada en metralla
Susurra rezos ahogados

Aún se escuchan sus ecos
En El Vergal de Legarda

-
A orillas del Ebro
están las setas
al pie de los chopos
y en su umbría
Los cangrejos me aguardan
entre barbas
y raíces de tamariz

Un breve manantial
reclama en su frescura
mi boca seca

Reclaman
por su limpieza
las tierras enhierbadas
Y acudo presto
campesino que soy
de tierra y agua

-
Águeda y Caracol
Sólo me quedan nombres
Memoria de errancias

-
Se perdió entre los campos
Buscando quién sabe
Algún rincón aún rescatable
Alguna arteria que fluyera
Algún atisbo que negara
Las violentadas ausencias


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